A veces, a la hora de eliminar los kilos de más y, especialmente para terminar con la celulitis localizada no nos resulta suficiente con llevar una dieta saludable y con la práctica de un deporte. Pero en esos casos, necesitamos recurrir a tratamientos. Pero no hace falta pasar por el quirófano ni padecer largos períodos post-operatorios para recuperarnos. Si queremos evitar el bisturí, tenemos una opción para modelar el cuerpo. Gracias a la cavitación y a la presoterápia podemos pasar de la piel de naranja a la piel de durazno de forma rápida e indolora
¿Qué es la cavitación?
La cavitación, también llamada ultracavitación, es un proceso prácticamente indoloro para eliminar la grasa localizada en ciertos lugares del cuerpo, cuando se nos hace imposible reducirla con deporte o dieta. Se puede aplicar en brazos, muslos, cara interna de las piernas, abdomen, cadera o espalda.
¿Cómo funciona la cavitación?
Si hablamos específicamente del proceso físico, podríamos explicar su funcionamiento casi como el agua en ebullición, pero con la diferencia de que aquí la presión baja y causa un efecto succionador.
Las ondas ultrasónicas de baja frecuencia producen unas burbujas microscópicas. En nuestro cuerpo, esta especie de agua agitada provoca la implosión o la rotura de las membranas de las células grasas. Así, la grasa pasa de un estado sólido a otro líquido. Y esas grasas liberadas se metabolizan con nuestro cuerpo para ser luego eliminadas de forma natural a través del sistema linfático y finalmente, ser filtradas por el riñón y el hígado.
¿Qué beneficios aporta este tratamiento estético?
La cavitación no produce una bajada de peso sino que reduce el volumen corporal eliminando la celulitis y los depósitos de grasa localizada en partes puntuales del cuerpo.
Logra resultados altamente satisfactorios, siempre que como pacientes sigamos las instrucciones y los protocolos diseñados para cada caso. Si luego los mantenemos con dieta y ejercicio, esos resultados podrían llegar a ser permanentes.
¿Cuántas sesiones necesitamos?
Cada sesión de cavitación tiene una duración aproximada de dos horas. Y, para un tratamiento completo, se recomiendan al menos de 4 a 6 sesiones.
¿Cómo funciona el combo de cavitación y presoterapía?
Además de la cavitación, también podemos elegir un tratamiento combinado que incluya, además, otras terapias como radiofrecuencia, presoterapía y masajes si lo que queremos es lograr mayor precisión y favorecer la eliminación de la grasa localizada o de la flacidez.
La presoterapia es un tratamiento que utiliza presión ascendente de aire para el tratamientos de drenaje. Gracias a estas ondas de presión podemos estimular el sistema circulatorio, generando así un drenaje linfático que elimina los líquidos, grasas y toxinas que generan la celulitis, edemas, linfoedemas y várices. Es decir que ayuda a una absorción de la grasa licuada hacia la piel.
Así, la cavitación rompe las células grasas y la presoterapía drena esa grasa fuera del cuerpo renovando los líquidos intersticiales, activando los intercambios metabólicos de la zona.
Como resultados adicionales podremos no sólo eliminar la grasa y disminuir la celulitis, sino también lograr un efecto exfoliante en la piel y tener mayor elasticidad y firmeza.
¿Cuáles son los requisitos para iniciar este tipo de terapias?
La cavitación y la presoterapía están pensadas para personas sanas. Si bien son tratamientos indoloros, a veces podemos sentir cosquilleo o un poco de molestia por las ventosas.
En ningún caso deberán realizar este tratamiento mujeres embarazadas o pacientes que tengan prótesis en la zona a tratar, marcapasos o alguna alteración en los niveles de lípidos, triglicéridos y colesterol.
Y, como todo tratamiento, antes de iniciarlo se recomienda hacer un estudio de riñones, hígado y del metabolismo en general para descartar posibles complicaciones.
Además, una vez iniciado siempre deberemos acompañarlo con una dieta saludable, mucho líquido y masajes linfáticos para lograr un mejor resultado.